
Para muchos, llevar una mascarilla facial es ya parte de la vida diaria, pero mantenerla limpia es clave para su eficacia. Afortunadamente, el agua y un detergente suave es todo lo que necesitas para limpiar una mascarilla facial, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades . Siga nuestros consejos de lavandería para la mejor manera de higienizar sus mascarillas reusables faciales y evitar que se dañe el tejido. Evitando estos errores comunes de lavado, puede asegurarse de que su mascarilla facial de tela sea lo más segura y eficaz posible.
1. Utilizas suavizante o lejía
Evita lavar tu mascarilla facial con cualquier producto de lavandería que pueda irritar tu piel o sistema respiratorio, incluyendo la lejía, el amoníaco y el suavizante. «Aunque la lejía puede ser estupenda para desinfectar superficies duras o limpiar toallas y ropa de cama, la lejía no es un agente de limpieza recomendado para las mascarillas, ni siquiera en una solución diluida. Como hay que respirar a través de la mascarilla, a veces durante largos periodos de tiempo, es mejor evitar lavarla con cualquier agente de limpieza fuerte. Además, los suavizantes de telas pueden dejar un residuo químico que puede ser desagradable para respirar o afectar a la eficacia de la mascarilla.
2. No lavas la mascarilla con regularidad
Una buena regla general es lavar la mascarilla después de cada uso, incluso si ésta incluye un filtro. Además de los contaminantes potencialmente nocivos presentes en el aire, la humedad del aliento, el sudor, los aceites y el maquillaje pueden acumularse en el interior de la mascarilla y provocar la proliferación de bacterias, por lo que debes lavarla después de cada uso.
3. No desechas el filtro después de cada uso
Los filtros caseros de las mascarillas, como los filtros HEPA, las toallas de papel o los filtros de café, pueden añadir una capa adicional de protección a su cubierta de tela, pero deben desecharse y sustituirse después de cada uso. El filtro está destinado a capturar partículas portadoras de virus, por lo que su reutilización podría aumentar el riesgo de contaminación. Estos materiales tampoco deben pasar por el lavado, así que asegúrate de quitar el filtro antes de lavar tu mascarilla.
4. Utilizas agua fría
Dado que el calor puede destruir los virus, el lavado con agua caliente ayuda a desinfectar los artículos con mayor eficacia que el agua fría. Para que el lavado sea más eficaz, selecciona el ciclo de desinfección de tu lavadora, que suele alcanzar una temperatura del agua de 150-165 °F. A modo de comparación, las pruebas de la Organización Mundial de la Salud demostraron que una temperatura de 132,8 °F era lo suficientemente alta como para matar el coronavirus que causa el SARS, un virus similar al COVID-19. Si su máquina no incluye un ciclo de desinfección, elija la temperatura de agua más caliente disponible.
5. Deja que la mascarilla se seque al aire
Para una limpieza aún más eficaz, los CDC recomiendan secar completamente las mascarillas de tela en un secador caliente. Para ser más minucioso, considere la posibilidad de planchar la mascarilla en un ajuste apropiado para el tipo de tejido, a fin de eliminar cualquier germen persistente y ayudar a que la mascarilla conserve su forma. Después de lavarla y secarla, debes guardar la mascarilla en un recipiente o bolsa limpia antes de usarla.
6. Lavas la mascarilla de otra persona
Para evitar la propagación de los gérmenes de una mascarilla a otra persona, los CDC sugieren que el portador de la mascarilla sea normalmente el único que la manipule. Si eso no es posible en su casa, asegúrese de lavarse bien las manos después de manipularla. También debe lavarse siempre las manos antes de ponerse una mascarilla e inmediatamente después de quitársela.